miércoles, 10 de septiembre de 2008

Coordinación de Educación Física Caroní



La Iniciación Deportiva Infantil.


EL CONCEPTO de INICIACION DEPORTIVA
Si bien, es un concepto ampliamente definido en la bibliografía especializada (Sánchez Bañuelos, 1986; Blazquez, 1986; Hernández Moreno, 1986) y en el que el común denominador lo constituye aceptar que es un proceso cronológico en el transcurso del cual un sujeto toma contacto con nuevas experiencias regladas sobre una actividad físico deportiva, "tradicionalmente, se conoce con el nombre de iniciación deportiva el período en el que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes." (Blázquez, 1986).
¿A que tipo de Deporte nos referimos?
Funciones hacia las que se puede orientar la iniciación deportiva:
a) El deporte recreativo. Es decir, aquel que es practicado por placer y diversión, sin ninguna intención de competir o superar a un adversario, únicamente por disfrute o goce.
b) El deporte competitivo. Es decir, aquel que es practicado con la intención de vencer a un adversario o de superarse uno mismo.
c) El deporte educativo. Es decir, aquel cuya pretensión fundamental es colaborar al desarrollo armónico y de potenciar los valores del individuo.
d) El deporte salud. Es decir, aquel cuyo objetivo fundamental es colaborar al desarrollo de una mejor calidad de vida, a través de la promoción de salud.
DEL DEPORTE ... ... A LA RECREACION
DEL DEPORTE ... ... A LA COMPETICION
DEL DEPORTE ... ... A LA FORMACION
DEL DEPORTE ... ... A LA CALIDAD DE VIDA
La práctica deportiva educativa, debe favorecer estilos de vida saludables, aumentar las posibilidades de opción y elección por parte de los niños y jóvenes, partiendo y acrecentando las fortalezas de éstos y manteniendo un alto poder de atracción y retención.

Finalidades de las Unidades de Iniciación Deportiva (UNIDEP)
Aumento del numero de participantes del deporte de base: permitir que el tamaño de la base deportiva (activa) de la población se incremente, como presupuesto fundamental para el desarrollo de las distintas vertientes del deporte que se orientan hacia la calidad de vida, la recreación y la formación deportiva.
Ampliación del acervo motor de habilidades motrices deportivas: el deporte permite y pretende que los alumnos que se inician en una o varias prácticas deportivas consigan un amplio dominio del conjunto de habilidades y destrezas que conformen las actividades elegidas. En efecto, las limitaciones de la educación física (horario, grupos heterogéneos, etc.) impiden un aprendizaje amplio de cada deporte. El deporte fuera del horario escolar no se ve limitado por estas condiciones y puede ampliar los conocimientos de los debutantes. (Desarrollo de un base motora o tronco común)
Perfeccionamiento y progreso en la ejecución: las exigencias, voluntariamente aceptadas por los principiantes, llevan a que constantemente flote en el ambiente una idea de progreso de perfección individual y colectiva. La búsqueda de la superación deportiva constituye uno de las pretensiones del practicante y, consecuentemente, constituye una de las finalidades del deporte de iniciación.
Disposición para el rendimiento: la idea de ser más productivo, útil, de buscar el máximo nivel personal es compatible con la de destacar y competir con los demás abrigando esperanzas de triunfo. Ésta puede ser una de las posibles opciones del deporte infantil y juvenil y, por tanto, cuando esto sea así, la inclinación hacia una vía selectiva es legítima y aceptable. Para así, poder medirse en lo individual y en lo colectivo.
Favorecer la socialización: cooperación-integración: la cooperación es una de las principales características del trabajo en grupo. Los participantes se aúnan en la consecución de algo que es de interés común. La libertad (opcionalidad) que plantea el deporte educativo estimula y desarrolla la entrega individual para la consecución de una meta colectiva. La integración se produce cuando el alumno es plenamente participe y favorecedor de la dinámica del grupo. Favorecer la dinámica significa, ya no sólo participar del grupo, sino también actuar como impulsor de la dinámica del equipo. Actuando como protagonista voluntario y comprometido y promoviendo el espíritu solidario.
Lograr la emancipación y autonomía: la emancipación supone salir de la sujección en la que esta habitualmente el niño/a; obviamente, el último valor que encierra la autonomía es la independencia. El alumno se desenvuelve por sí mismo con gran madurez. Las situaciones que genera la práctica deportiva exige y fomenta esta capacidad; en múltiples ocasiones observamos como los niños/as funcionan o se esfuerzan en independizarse de padres y entrenadores para desenvolverse con absoluta independencia. La familiarización con el entorno, el dominio de los contenidos del deporte facilita en buena medida esta facultad. Y más aún del permanente desafío de tomar decisiones para resolver problemas que se presentan, tanto en forma individual como colectiva.
Orientación y adaptación deportiva: la práctica deportiva desarrollada en el marco de las UNIDEP pretende, en cuanto a la orientación deportiva se refiere, por un lado orientar a los practicantes hacia la práctica más adecuada a sus características, con el objeto de obtener una reciproca satisfacción (a nivel personal y en cuanto a rendimiento grupal o institucional) y además, proporcionar un conocimiento deportivo profundo con consecuencias favorables en los hábitos de adulto.
Opcionalidad-especialización: la necesidad y satisfacción de encontrar posibilidades de elección entre diversas actividades deportivas (bien sucesivamente, bien simultáneamente) deben ser ofrecidas por las UNIDEP. Este objetivo es a menudo incumplido por las asociaciones deportivas al no ofrecer más que una sola práctica impidiendo el derecho a la diversidad y el respeto a la pluralidad.
Distintas tendencias
Dentro de las tendencias actuales que han analizado el proceso de iniciación deportiva, existe un variado mosaico de opiniones. En líneas generales, dichas tendencias se mueven en un "continuum" que va desde promover una educación física genérica y previa al contacto con el deporte, hasta la postura opuesta, es decir, la defensa de una especialización deportiva específica, pasando por una postura ecléctica que se situaría en postular una práctica polideportiva generalizada.
a.- Los defensores de una educación física genérica previa
Muchos especialistas piensan que una preparación deportiva debe fundamentarse en una educación física general. Uno de los primeros en defender esta tesis fue Seurín (1960) quien utilizaba como argumento los siguientes razonamientos:
- No a los esfuerzos deportivos prematuros.
- No a la especialización deportiva prematura.
- Polivalencia en la preparación deportiva.
Este autor decía: "como en los dominios intelectuales, se trata de lograr, en primer lugar, una cultura general que facilite todas las adaptaciones y permita la libre elección de una buena especialización" (Seurín, 1960). Otro prestigioso autor que defiende esta postura es Le Boulch, J. (1991) quién sostiene que para asegurar el equilibrio y el desarrollo adecuado del niño, es necesario brindarle una formación corporal de base: &laqno;antes de los 14 años, lo esencial es el desarrollo de las funciones psicomotrices»;
"..el concepto de deporte carece de significación antes de los 9 años, la supuesta iniciación deportiva dirigida a niños de 6 a 9 años es sólo una caricatura de la actividad adulta, expresada a veces como un condicionamiento gestual precoz." (Le Boulch, 1991).
b.- Los defensores de la preparación mediante la propia práctica deportiva
Critican la ineficacia de la educación física generalizada y previa a la iniciación deportiva. En efecto, algunos técnicos deportivos piensan que la práctica deportiva es un medio de formación total, infinitamente superior a la educación física, la cual debería reservarse únicamente para los sujetos con carencias o disminuciones.
Esta práctica puede realizarse bajo dos vertientes:
· Práctica de un deporte sin especialización precoz: la formación se establece proponiendo al niño varios deportes considerados como complementarios del principal.
· Práctica exclusiva de un deporte con especialización precoz: que permita hipertrofiar ciertas cualidades. Esta orientación, desde la más tierna infancia, debe llevar al individuo a realizaciones técnicas superiores en un campo restringido.
c.- Los defensores de una educación deportiva generalizada (polideportiva)
Los partidarios de esta concepción no tienen confianza en el globalismo y piensan que la práctica deportiva necesita una preparación física adecuada. Según ellos, esta formación física no se asegura por los métodos tradicionales de educación física. La educación deportiva es un método de formación física más motivante. La práctica de múltiples deportes haciendo hincapié en algunos de sus aspectos, proporciona una preparación física superior a la de los métodos clásicos de la educación física.
La Fuerza en los Niños.
El ejercicio, junto con una alimentación adecuada, es esencial para estimular el crecimiento óseo.
El Ejercicio afecta primariamente el ancho del hueso, la densidad y su fuerza (resistencia) y secundariamente o no afecta su longitud." (D. Costil, 1994)
"El incremento de la masa muscular con el crecimiento y el desarrollo es debido primariamente a la hipertrofia individual de las fibras musculares, a través del incremento de los miofilamentos y miofibrillas. El aumento en la longitud del músculo se logra debido a la adición (suma) de sarcómeros y por el aumento de la longitud de los sarcómeros existentes." (J. Wilmore, 1994)
"Estudios en animales han demostrado que los ejercicios con alta sobrecarga producen huesos mas fuertes, gruesos y más compactos.
Esto no debe ser directamente extrapolado hacia los niños y jóvenes pero permite observar una tendencia biológica.
El riesgo de lesiones debido al entrenamiento con sobrecarga en niños es muy bajo, por el contrario es una medida de prevención para la protección articular. Sin embargo el abordaje metodológico debe ser muy cuidadoso" (W. Kraemer y S. Fleck, 1993)
"El Incremento de la fuerza en los preadolescentes, es debido a factores neurológicos como:
la mejora de la coordinación motora y la destreza
el aumento de unidades motoras activadas
y otras adaptaciones neurológicas no determinadas." (J. MacDougall, 1990)
"Nuevas informaciones confirman que los programas de musculación diseñados para niños son viables, siempre que los mismos sean conducidos y supervisados por docentes competentes, capacitados para trabajar específicamente con niños." (G. Molnar, 1986, D. Sale ,1989, W. Kraemer y S. Fleck, 1993)

LA MUSCULACION Y EL DESARROLLO INFANTIL
La pregunta concreta es la siguiente: ¿pueden los niños, los púberes y los adolescentes levantar pesas?.
Se parte del erróneo concepto de que las pesas son sinónimo de la fuerza muscular máxima.
Sin embargo, en las plazas o lugares de recreo deportivos, los niños efectúan cargas en los límites de la mayor intensidad con las argollas, las sogas para trepar y utilizando su propio peso corporal, pero sin la utilización de pesas.
Con las pesas se puede desplegar no solamente fuerza máxima, sino también desarrollar otras capacidades, determinadas las mismas en forma sutil e individual.
Obviamente con los pequeños, los púberes y los adolescentes, no debemos trabajar para la búsqueda estricta de fuerza máxima; no debemos trabajar o recargar su sistema osteomioarticular con cargas que incidan negativamente sobre su desarrollo, sea con o sin pesas.
Ello no quita que los niños, los púberes y los adolescentes no puedan levantar pesas, siempre que el nivel de exigencia esté muy por debajo de la máxima capacidad y cuyo fin consista en :
Apuntalar su desarrollo somatofuncional.
Desarrollar la coordinación neuromuscular incrementando el acervo motor.
Las profundas contradicciones que existen en el entrenamiento de pesas para los jóvenes parte del momento en que a veces se desconoce lo que significa entrenar con pesas y que ello no necesariamente significa entrenar la fuerza.
Mitos y realidades del entrenamiento de la fuerza en los niños
· Hasta aproximadamente los 8-9 años de edad no se incrementa la fuerza en los niños aunque dicha capacidad se entrenara supuestamente en forma sistemática.
· De los 10 hasta aproximadamente los 12 años, existe un incremento de la fuerza como producto de la mejor coordinación inter e intramuscular, pero no hay hipertrofia muscular.
· A partir de los 12-13 años, existe no solamente desarrollo de la fuerza, sino también hipertrofia muscular debido al comienzo de secreción hormonal, con producción de testosterona.
· No existen diferencias de estatura entre los niños que se inician y los que no se iniciaron con el levantamiento de pesas. En otras palabras, es un mito aquello de que los huesos se detienen en su crecimiento como producto del entrenamiento con cargas.
· No se producen lesiones epifisarias y tampoco interferencia en el normal desarrollo del sistema óseo.
· Existe marcada diferencia de peso corporal en los adolescentes que se iniciaron con determinados trabajos de fuerza en edades tempranas.
· Existe marcada diferencia en el volumen de la caja torácica a favor de los adolescentes que practican pesas regularmente y en relación a los que no lo hacen .
· Se encontró que existía una mayor función cardiorrespiratoria en los que se entrenaban con pesas regularmente y en relación a los que no lo hacían, con la finalidad de apoyar un buen acondicionamiento básico general para el desarrollo de las capacidades físicas.
Hay que ser enfáticos en este asunto: estamos muy de acuerdo que no es conveniente realizar ejercicios de fuerza muscular máxima a edades tempranas, sea con o sin pesas, o con el empleo del propio peso corporal.
Hay que destacar, asimismo, que es necesario ser coherentes ante el hecho que cualquier salto en altura, profundidad y longitud, como también los numerosos ejercicios recreativos que se desarrollan en la clase de educación física de las escuelas primarias, es decir , antes de los 12 años, sobrecargan mucho más la estructura artromuscular, que un trabajo con sobrecarga en una buena relación con el peso corporal de los niños.